La muchacha desnuda toma el sol
apenas cubierta
por la presencia de las frondas.
Abre su cuerpo al sol
que en lluvia de fuego
la llena de luz.
Entre sus ojos cerrados
la eternidad se vuelve instante de oro.
La luz nació para que el resplandor de este cuerpo
le diera vida.
Un día más
sobrevive la tierra gracias a ella
que sin saberlo
es el sol
entre el rumor de las frondas.
José Emilio Pacheco.
8 comentarios:
Hola, guapa! me ha encantado esta entrada :) muy buen poema. Besitos
mil gracias por obsequiarnos con tan bello poema de tan insigne poeta querida y admirada amiga. Muchos besinos y feliz fin de semana te deseo con todo mi cariño.
Lindas são as suas publicações Patricia, obrigado pela visita, bjs do ZC
Si me sedujo esta poesia, Orne, por ello quise compartirla, besos
Ozana una alegria enorme tu visita, mis mejores deseos para ti!!
Hola Ze un placer pasar por tu blogs, buen finde!
¡Qué bonita!
Un beso.
gracias Marrubi, besitos
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