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Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

lunes, 23 de junio de 2008

Una Historia de Encuentro

La Sagrada Familia - Miguel Angel
Tener un hijo es un acto de amor y un proyecto de pareja pero el amor que se construye entre padres e hijos no sabe distinguir entre padres biológicos y adoptivos. La adopción es un tema de alto contenido emocional y psicológico pero también legal, que sigue generando polémica. Generalmente, la pareja se enfrenta a la decisión de adoptar ya cuando la imposibilidad de gestar a sus propios hijos, incluso de la mano de la ciencia, es un hecho. Pero en los últimos años, la ciencia y la tecnología han avanzado tanto que pocos son los problemas para los cuales no exista una respuesta, sólo que muchas veces esa respuesta tarda más de lo tolerable en llegar. Ese momento en que la pareja decide que no seguirá adelante con los tratamientos para lograr el embarazo puede llegar apenas terminados los estudios o tardar años en llegar. Sin embargo, muchas veces, las parejas parecen no alcanzar el punto del “basta” y son los médicos quienes pueden hacer la propuesta de la adopción, al menos como una consideración realista de las posibilidades.Adoptar no significa ni más ni menos que ser padres, con los mismos deberes, las mismas responsabilidades y los mismos derechos que un padre biológico y para el niño significa tener una familia. Es un vínculo de filiación que se crea a partir de una sentencia de adopción. La adopción es siempre en función del interés del niño, no del adulto, porque no existe un derecho constitucional a ser padre pero sí hay un derecho constitucional de todo niño a estar incorporado en el seno de una familia. En ciertas culturas, ser madre es el mandato máximo de ser mujer. Se la ubica en un espacio cerrado y en un reino, el del hogar. Sin embargo, es difícil llegar a reconocer que la familia es en sí misma una creación cultural, que puede o no estar basada en lazos biológicos. "La adopción es precisamente la posibilidad de formar una familia asentada no en la biología sino en la cultura." Es importante que los padres adoptivos puedan pensar y cuestionar sus miedos, sus prejuicios y mitos acerca de la adopción y del modo en que se concibe al hijo adoptado en la cultura.Los equipos interdisciplinarios que trabajan sobre este tema brindan orientación y tranquilidad a la pareja y, por supuesto, también los grupos que se organizan convocados por la misma experiencia. "La gente llega con una idea muy fantasiosa de lo que es la adopción y en ese momento, por lo menos un 80 por ciento asegura que jamás le dirá a su hijo que es adoptado". Adoptar supone ayudar a un niño a superar un abandono. Los niños, aunque no les digamos nada, descubren que si hay adopción es porque antes hubo un abandono. Y esto, como poco, es una herida que molesta, incomoda y crea incertidumbre. Y hay que ayudar al niño en ese proceso... El abandono debe ser explicado para que el niño pueda vivir en paz y tranquilidad, a pesar de esa pequeña oscuridad que va a estar presente.Pero también debe tenerse en cuenta que esa pareja llega al momento de la decisión de adoptar con una gran mochila de desencantos y dolores del cuerpo y del corazón. El camino de la adopción tampoco es tarea fácil y requerirá de toda su paciencia y su actitud.Aunque no existen recetas para el cómo ni el cuándo de esta revelación, la profesional es partidaria de dar a conocer el origen desde el primer momento, aún antes de que sepa hablar. "Los niños comprenden mucho más de lo que se imagina por lo que se le pueden enviar mensajes cariñosos que lo orienten, como amo el día que llegaste a nosotros, el día en que te encontré... ello va a facilitar el momento en que deba darse una explicación más clara y concreta. Hay que estar preparados, porque independiente de lo que uno quiera, los niños pueden inquirirlo en cualquier instante".También hay que considerar que la noción de identidad se inscribe de diferentes modos cuando se es niño, púber, adolescente. No es lo mismo, no da igual conocer nuestra identidad a los dos, a los seis, a los diez ni a los doce. A veces, los padres plantean que quieren esperar a que el hijo sea más grande y pueda entender. Lo que sucede finalmente es que esta espera dura meses, años y nunca llega el momento ideal. Hay mucho miedo a que la verdad lastime, hiera y, sobre todo, separe. Sin pensar que el hecho de ser negado en su verdadero origen hace sumamente frágil al niño; reparar esto es un modo de devolverle toda su fuerza y su orgullo de estar en el mundo. Cuando los chicos conocen su verdadera historia en la adolescencia suelen reprocharles profundamente a sus padres ese ocultamiento. Ignorar lo que otros saben acerca de nosotros no ahorra sufrimiento, lo causa.Hay padres adoptivos que prefieren hablar sólo cuando el niño pregunte. Ahora bien, ¿y si no pregunta? ¿Si percibe que de "eso los padres prefieren no hablar"? ¿Esperar a que interrogue acerca de su nacimiento no será un modo de no tomar las riendas del asunto? Expertos dicen "la información sobre el origen reclama cierto grado de independencia respecto a otros episodios de la vida, demanda intimidad... debido a la importancia del tema. La presencia de ambos padres es ideal en el momento de la información. También hay que considerar que las preguntas del hijo adoptivo no buscan la respuesta justa sino que intentan confirmar que el otro está dispuesto a contestar lo que puede, lo que sabe; que el otro es confiable y va a escuchar, a tolerar las incertidumbres e inquietudes que aparecen. Ese reconocimiento fortalece los vínculos entre padres e hijos.Asumir y ejercer la paternidad o maternidad es tomar conciencia de un proceso, un rol a construir, una función que cada uno despliega en forma singular y que no se reduce a un hecho biológico. La capacidad de procrear en sí misma, por sí sola, no nos hace padres, del mismo modo que lo que enferma no es ser hijo adoptivo sino los secretos y el modo de manejar la información acerca del origen y la diferencia con "los otros".El primer acto de la madre biológica no fue abandonar sino dar a luz, cuidar, dar vida. Cuando llega la hora de relatar la historia, algunos padres cuentan haberse sentido "como antes de rendir examen". Para ellos, ese momento implica revivir todo lo que pasaron desde que pensaron o decidieron tener un hijo, sobre todo, la frustración por no haber podido engendrarlo. Es fundamental nombrar, pronunciar la palabra adopción desde que el niño nace y evitar siempre el ocultamiento. El mejor modo de contarle a un hijo que es adoptado es haciendo que la palabra adopción forme parte del lenguaje cotidiana. Es vital quitarle su peso negativo, ya que no es algo de lo cual avergonzarse.En cierta forma, también cuando se adopta un hijo se vive un embarazo. Toda adopción conlleva una espera que resulta larga, llena de esperanzas y temores, dudas, ansiedades, expectativas e ilusiones que le van dando forma al niño, lo van imaginando aun antes de conocerlo. Es un tiempo de gestación durante el cual el futuro hijo va ocupando un lugar y, cuando se produce el primer encuentro con sus padres, se abre también la necesidad de ir conociéndose y descubriéndose. Historiar es insertar hechos, acontecimientos, situaciones en una trama, hilarlos y formar el tejido de una historia. Esto resulta fundamental para los hijos y los padres y no sólo en las familias con hijos adoptados. Podría decirse que uno de los objetivos del relato de los padres hacia su hijo adoptivo es construirle una historia. Una historia da sentido y da respuesta a los interrogantes que todo chico tiene. Es importante todo aquello que permita llenar las lagunas y las sombras de la memoria. Casi todas las historias de adopción a pesar de las diferencias suelen comenzar con padres que deseaban y buscaban mucho a un hijo, y con un hijo que deseaba y necesitaba mucho tener papás. Es, en suma, la historia de un encuentro.El hecho de mantenerla como un secreto indica que ese relato no pudo incorporarse a la vida cotidiana y a la historia de esa familia. Indica que la adopción sigue siendo vivida como algo doloroso y terrible y no como un hecho placentero y emocionante, como es desear un hijo, buscarlo, y encontrarlo.¿Pasados muy duros pueden superarse? Perfectamente. La experiencia lo demuestra. El abandono es una herida importante y más para un niño indefenso, que debe construirse desde el acompañamiento y el calor humano. La adopción, si es algo, es pura curación del abandono. El problema no es nunca la adopción, sino que antes de ella hubo un abandono. Y hay que saber cómo ayudar al niño a aceptarlo... A veces el abandono está acompañado de vivencias dolorosas, daños, tratos inadecuados. Y ello deja secuelas, que deben estar perfectamente trabajadas. .Pero hay que abordarlo. Hay que devolver al niño esa parte de su legado que estaba ahí antes de la adopción. Los adoptantes son cada vez más conscientes de que cuando van a por el niño van también a por una historia que tendrá que ser contada y explicada.Los padres adoptantes deben estar más preparados para educar que los biológicos, dicen algunos profesionales.Que los padres no vayan a la adopción lo suficientemente preparados no es sólo culpa de ellos. La sociedad y los profesionales de muy distintos ámbitos necesitan conocer a fondo esta realidad. Las investigaciones realizadas dicen que los padres adoptantes ganan por goleada a los padres biológicos en cuanto a capacidades parentales. La dificultad enseña... Así como constato que los padres adoptantes a veces están muy despistados y necesitan mucha más preparación y formación de la que están recibiendo, también digo que si todos fueran como los adoptantes, este mundo funcionaría muy bien.
CARTA DE UN HIJO ADOPTIVO
Esta carta está contextualizada en una adopción nacional de los años 70
Me piden que hable de mi condición de hijo adoptivo. Es la primera vez que escribo sobre ello. Releo la primera frase y siento que hay algo extraño en esa denominación. Como si la etiqueta de “adoptivo” primara sobre la de hijo y el adjetivo modificara de forma radical la relación padre-hijo. Yo siempre he llamado a mis padres “padres”, no padres adoptivos. Incluso escribirlo me resulta molesto y desagradable. Se me podrá decir que ellos no me han dado la vida pero la gestación es un acontecimiento que dura nueve meses y poco más. Ser padre es mucho más que una función biológica; es permitir que un niño se convierta en un adulto, es humanizar mediante la educación, la comprensión y el cariño. Pienso en mi vida y sólo les veo a ellos. Soy consciente que no cumplieron la etapa biológica inicial pero no tiene la menor importancia puesto que lo más autentico de mí, lo más intrínsecamente humano, se ha formado gracias a las personas que me dieron todo para que eso fuera posible. Hacia mis progenitores, a los que llamarles padres sería un exceso, no siento ningún rencor ni odio. Sólo un sincero agradecimiento y ternura. No les conozco ni tengo intención de conocerles. No tiene sentido. La “llamada de la sangre” es algo que no me parece razonable. Tengo la impresión que ese sentimiento responde a una búsqueda de justificaciones para frustraciones que no se saben resolver. Es posible que cuando se tienen problemas con la familia adoptiva se eche mano de razonamientos del tipo de: “vosotros no sois mis padres”, “si hubiera estado con mis verdaderos padres ahora estaría mejor”. Decir esas cosas es lo más inmediato, lo más sencillo en un momento de enfado. Siempre se tiende a creer que lo ajeno es estupendo y no se piensa, ni por un instante, que hubiera podido ser peor. Sin embargo, intentar averiguar la identidad de un padre biológico es, desde mi punto de vista, no entender lo importante de la relación padre-hijo. Es negar esa relación. Lo esencial no está en la continuidad genética, sino en el vínculo que se construye entre los padres y el hijo, independientemente de los genes de cada uno. Reducir toda la paternidad a la función procreadora es una pobre simplificación. Mis padres me informaron pronto del hecho. Sin embargo, con ocho años yo no era muy consciente de la situación. Las dudas y las cuestiones que no se pueden responder llegaron más tarde. La pregunta última, en mi caso, ha sido cual fue la razón por la que mis padres biológicos me dieron la vida. ¿Por amor? ¿Una violación? ¿O un simple descuido en una noche loca? No hay respuesta. Pero se puede vivir con ello y ser feliz. ¿Acaso no es más importante lo que uno tiene por delante y lo que puede llegar a ser gracias al esfuerzo personal y a la ayuda de quienes me lo han dado y me lo siguen dando todo? No hay padres adoptivos. Sólo hay padres. De la misma forma que no hay hijos adoptivos, solo hijos. (Psi.Patricia Bustos)

jueves, 12 de junio de 2008

EL SUJETO Y EL OTRO

Venus del Espejo - Diego Velázquez

La historia del sujeto se desarrolla, en una serie de identificaciones ideales y el yo que configura esta historia es una forma que hay que comprender en su valor libidinoso narcisista y en su alimentación imaginaria. COMO PUEDE RECONOCER EN LA IMAGEN DE AQUEL QUE ESTA A SU LADO QUE ES LO QUE LE CONCIERNE A EL Sólo puede hacerlo en la medida en que su prójimo es portador de un trazo de identificaciones que tienen en común. El trazo de la identificación cumple una función capital, ya que permite el dominio anticipado de la imagen. El sujeto no puede verse a sí mismo, encuentra su propia imagen en el semejante y así constituye la masa, de esta manera delimitan el lugar del ideal del yo. El ser humano no logra saber quién es, porque encuentra una dificultad para definirse, por lo que trata de reencontrar su goce perdido al nivel de la imagen. La relación con la imagen del cuerpo implica un defecto y ese defecto amerita que se lo denomine síntoma. El sujeto trata de gozar a pesar de todo, gracias a la imagen del cuerpo el sujeto o el semejante. Su esperanza funda un lazo social que hace también síntoma. La alienación consiste en el hecho de ceder una parte de sí mismo a otro yo distinto. El alienado vive prisionero del significante, de la imagen de su yo o de la imagen del ideal. Vive de la mirada del otro hacia él y lo ignora. Es evidente que si ver supone ver algo real, en ese acto el sujeto desaparece, se convierte en otro, esta plenamente absorbido en la visión del otro, esto nos permite comprobar que la visión total es la pérdida del sujeto en el objeto, captación del sujeto por el objeto. Esta definición me veo ver. Existe una división entre la visión y la mirada. La imagen es una pantalla que obtura las vías de emergencia del sujeto, ya que la imagen es estructurante, constituyente. En el estadio del espejo Lacan analiza la función ortopédica del espejo en la que se constituye la imagen especular, el yo. La identificación supone dos personas, dos unidades diferentes, el sujeto y el modelo en que se reconoce. La identificación es amor, se debe a partir del hecho de que el sujeto siempre desea al otro. Kierkergaard “una decisión no se toma como se práctica el resto” Cuando el sujeto logra la ruptura con el grupo pues el amo ya no es nada. Ese instante es ético establece una ruptura en la servidumbre del individuo: el sujeto cesa entonces de encarar al significante en un amo de carne y hueso. Tú puedes saber: la pregunta de Sócrates no tiene otro efecto que el de mostrarle al que habla lo que acaba de decir. El psicodrama es el lugar de las identificaciones, es el motor, el que dinamiza y organiza el grupo. En un grupo, ese discurso de cada uno de los participantes es interrumpido por el otro, que asocia al anterior y se complementa o no, se distorsiona o no, pero que inicia sin duda, un entrecruzamiento específico de la tarea grupal imposible en lo individual. Esta marca una de sus diferencias con el lenguaje, con las elecciones de cada uno de los integrantes del grupo realizan en ese momento para formular un dicho o para acercarse a un decir. La palabra que puede ser significante es vehiculizadora, metafóricamente, del lugar del sujeto. Dice Winnicott, en el juego, y solo en el, pueden el niño y el adulto, crear y usar toda la personalidad y el indi – viduo descubre su persona sólo cuando se muestra creador. Puede pensarse la creatividad, como la capacitación de ruptura de aquello que ya está premoldeado. Winnicott, lo universal es el juego y corresponde a la salud, facilita el crecimiento y por lo tanto esto último conduce a relaciones de grupo. Si tomamos por ejemplo lo que de real tiene la cristalización sintomática vemos que en el entrecruzamiento con lo simbólico para que el síntoma se conmueva deberá encontrarse su metáfora constituyente del síntoma: por supuesto hablamos de vertiente simbólica. Dentro del grupo, lo real se toca a través de la escena, para llevarlo al lugar de la palabra. Pensemos en el nudo borromeo. Una actuación por sí sola sería nuevamente síntoma. El semejante, a diferencia de la fascinación especular, no sólo supone el goce narcisista entrando en juego, sino que se le agrega en la presencia paranoide de me mira en enfrentamiento con lo que de real tiene la mirada. Si el estadio del espejo prepara la imagen global y completa en la anticipación para el sujeto de lo que será, el objeto a se anuda a lo imaginario a través de la mirada, una de sus formas. La sorpresa de la elección del partenaire en una escena es también motivo de análisis, doble motivo porque toca por un lado al elegido y desde ya señala al protagonista en su decisión. El síntoma es una vía para el esclarecimiento de las fantasías inconcientes que son su soporte. Y decir fantasías es nombrar al deseo. Los coordinadores en el grupo tienen una función y no roles. No son entonces, a título alguno (en contraposición con el líder) jefes o conductores con los participantes, uno por uno podrán identificarse por haberlos elegido como ideal del yo exteriorizado o proyectado. Este evita responder al manejo de unos u otros, se convertiría en un conductor y este se transformaría en una muchedumbre real. Así como también se niega a socorrer a los miembros del grupo, o convertirse en cómplice. De ese modo se niega a proponerse como el objeto de amor o como ideal del yo, a constituirse como un polo parental para constituirse como polo neutro, no están en el grupo están en el límite, ni adentro ni afuera. Este lugar fronterizo define su función, si se dejan absorber por el grupo no hay grupo. (Psi. Patricia Bustos)

miércoles, 4 de junio de 2008

Vocación

Aviador - K.Malevich

VOCACION

Según el diccionario, la Vocación es una tendencia natural a un determinado fin.

Ante esta definición, podríamos interpretar que esta “tendencia natural “se refiere a un “llamado interior “a una determinada profesión. Cabe preguntar aquí, si, en este llamado interior, no hay incidencia de ciertas formas socio-culturales que determinan una elección vocacional.

El sujeto-adolescente, que egresa del nivel secundario, se ve compelido a optar por una carrera universitaria, o en su defecto un trabajo, actividad.

Para este sujeto, efectuar esta elección, que se presenta como urgente (no se puede “perder tiempo “ ), es harto difícil. En esta encrucijada angustiante, la elección de carrera, o actividad, representa un compromiso de por vida.

El adolescente debería buscar una actividad para la cual se supone “ apto “ y además le “ guste “ lo suficiente para dedicarse toda la vida, sin embargo, esto no basta; la actividad debe ser “ redituable”.

Generalmente, la urgencia por iniciar su estudio, por parte del egresado, se relaciona con un sobredimensionamiento del título universitario y un desconocimiento de otras importantes posibilidades.

Según R.Bohoslavsky, ante esta situación el sujeto responde de distintas maneras:

1- Renuncia a la posibilidad de elegir por sí mismo y se somete a la voluntad de otros. (Padres, amigos, los test de aptitudes).

2- Se aferran a viejas elecciones, negándose a un amplio campo de posibilidades.

3- Elige no elegir, despreocupándose del tema.

4- Elige por si mismo, sobre la base de prejuicios distorsiones o conocimientos parciales.

Este momento es angustiante, porque preguntarse QUE HACER ¿es en cierto modo interrogarse QUIEN SER, es decir que la pregunta aquí es acerca de su SER.

En esta encrucijada angustiante, la muerte se halla presente, vacila el fantasma y el pedido se mantiene dirigido a otro a quien considera dueño del saber, acerca de su SER.

El adolescente al elegir quien ser, elige a la vez, quien no ser, es decir, opta haciendo duelos. El ser futbolista, inventor, bombero, médico, se ahoga, optar por una y una sola profesión, determina la caída de otras, reenfrenta al sujeto al reconocimiento de su propia caída narcisista. Significa la muerte de ese niño “ que fuera definido por otro “.

Por otro lado se debe subrayar el carácter sintomal de la elección, entendida como un efecto sobredeterminado de la estructura del aparato psíquico del sujeto que elige, como así también la estructura que efectúa la demanda.

LA DINAMICA DEL DESEO Y LA DEMANDA SOCIAL SE LE IMPONEN AL SUJETO Y LO CONSTITUYEN A TRAVES DE LOS PROCESOS DE IDENTIFICACION.

Ante esto, la intervención del psicólogo se hace necesaria, permitiendo que un sujeto advenga, interrogándose por su deseo, en una búsqueda para lograr apropiarse de un proyecto personal. En otras palabras, permitiendo su propia elección, no elegir en su lugar, ofreciéndole un espacio donde la pregunta ¿que hacer? De paso a otros interrogantes, acerca de sus efectos, sus emociones, su imaginario y su deseo. (Psi.Patricia Bustos)

Trastornos Alimenticios

Las Dos Amigas - Albert Marquet

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

A Lucia le gustaba ir con sus amigas al patio de comidas, pero ahora de solo pensar en hacer esto le da terror. Además, ya no tiene tiempo para estar con sus amigas; está ocupada corriendo o asistiendo al gym.

. Cada vez que se mira al espejo se ve gorda, aunque en realidad la balanza indica que está adelgazando. Lucia ha cambiado; ya no es la misma persona. En la escuela, tiene dificultades para concentrarse y siempre está cansada.

Ella sufre un trastorno de la alimentación. Los trastornos de la alimentación son muy comunes

Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa

Los dos tipos más comunes de trastornos alimenticios son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como anorexia y bulimia). Estos dos trastornos son difíciles de separar ya que comparten ciertas características: tanto en la anorexia como en la bulimia, la persona tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo. Esta persona vive obsesionada con su cuerpo.

La anorexia y la bulimia tienden a afectar con más frecuencia a mujeres que a varones; pero el 10% de la gente con trastornos de este tipo son hombres. Como se tiende a pensar que los trastornos de la alimentación afectan solamente a las mujeres, no se presta atención al problema en los hombres. Los hombres que presentan trastornos alimenticios suelen concentrarse en la apariencia física o en el éxito deportivo más que en verse delgados.

La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar. Es por eso que apenas come y lo poco que ingiere se convierte en una obsesión. Es bastante común que una persona con anorexia pese la comida antes de ingerirla o cuente sus calorías. También es común que la persona haga ejercicio en exceso con el objetivo de bajar de peso.

Una característica particular de la anorexia es que la persona no solamente desea ser muy delgada sino que tiene una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Si bien bajan de peso a una velocidad alarmante, las personas con anorexia no se consideran delgadas. Una persona que sufre de este trastorno, se mira en el espejo y ve a una persona gorda.

La bulimia es algo diferente a la anorexia ya que la persona que la padece no evita comer. Todo lo contrario; esta persona ingiere grandes cantidades de alimentos que elimina vomitando. Este comportamiento se conoce como “atracones y vaciado”. Como en el caso de la anorexia, la bulimia tiende a afectar a adolescentes y mujeres jóvenes más que a hombres. A diferencia de la anorexia, la bulimia es difícil de detectar. De hecho, una persona con bulimia puede tener un peso normal o un poco mayor que el peso normal.

Señales de advertencia

Entonces, ¿cómo puedes saber si una persona tiene anorexia o bulimia? No puedes darte cuenta simplemente mirando a la persona. Alguien que baja mucho de peso puede estar sufriendo otro problema de salud. Pero si conoces a alguien que encaja en la descripción que hacemos a continuación, debes tratar de ayudar a este amigo.

Anorexia:

  • baja de peso hasta llegara a un 20% de lo normal;
  • niega tener hambre;
  • hace ejercicio de manera excesiva;
  • se siente gorda; y
  • se aísla socialmente

Bulimia:

  • inventa excusas para ir al baño inmediatamente después de terminar la comida;
  • come grandes cantidades de comida pero no aumenta de peso;
  • utiliza laxantes o diuréticos; y
  • se aísla socialmente

¿Cuáles son las causas de la Anorexia y la Bulimia?

Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias teorías sobre por qué la gente desarrolla estas patologías. La mayoría de la gente que desarrolla un trastorno alimenticio se encuentra entre los 14 y 18 años (aunque es posible que, en ciertas personas, comience a una edad más temprana). En ese momento de sus vidas, los adolescentes sienten que no pueden tener nada bajo control. Los cambios físicos y emocionales que ocurren en la pubertad pueden hacer que aun la persona más segura de sí misma se sienta un poco fuera de control. Al controlar su propio cuerpo, las personas con trastornos de la alimentación sienten que pueden recuperar parte del control –aunque lo logren de una manera no saludable.

En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas reaccionan al cambio teniendo mucho miedo de su nuevo peso y sienten que deben hacer algo para eliminarlo. Es fácil darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo aumentar de peso, aun cuando saben que es saludable y temporal. Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada –gente que pesa mucho menos que el peso saludable que deberían tener. Cuando se combina la presión por ser como estos modelos con el cambio físico normal por la edad, no es difícil entender por qué algunos adolescentes tienen una imagen distorsionada de sus cuerpos.

Algunas personas que adquieren este trastorno alimenticio pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad. Los especialistas creen que la gente que tiene trastornos de la alimentación también sufre del trastorno obsesivo-compulsivo. Su anorexia o bulimia son una herramienta para controlar el estrés y la ansiedad que surge en la adolescencia y les permite tomar el control y establecer un orden en sus vidas.

También existe evidencia de que los trastornos de la alimentación son un problema que ya otros miembros de la familia tienen o han tenido. Nuestros padres ejercen una influencia en nuestros valores, prioridades y, por supuesto, en nuestra manera de comer. Es por ello que el trastorno está relacionado con el ambiente y la influencia familiar. Pero también se ha sugerido que hay un componente genético en ciertos comportamientos. Y los trastornos de la alimentación pueden ser uno de ellos.

El tratamiento para los trastornos de la alimentación

Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede mejorar y volver a su vida habitual. Dado que la anorexia y la bulimia afectan tanto al cuerpo como a la mente, el tratamiento y la recuperación estarán a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y dietistas.

Las terapias son una parte crítica para el tratamiento del trastorno. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia, cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser delgada no hace a una persona feliz.

Lo más importante en el tratamiento de los trastornos de la alimentación es identificar y atacar el problema lo antes posible. Como todo mal hábito, las malas costumbres alimenticias son más difíciles de cortar cuanto más tiempo se las haya puesto en práctica. Si sufres de trastornos de la alimentación, no esperes más. La anorexia y la bulimia pueden hacerle mucho daño a tu cuerpo y a tu mente si las dejas sin tratar. El peor daño que te pueden hacer es matarte; el daño menor es que te sientas y te veas de lo peor.

Si deseas hablar con alguien sobre estos trastornos pero no te sientes cómodo haciéndolo con tus padres, háblale a un maestro, un vecino, tu médico o cualquier otro adulto con el que te sientas cómodo. Recuerda que los trastornos de la alimentación son muy comunes entre los adolescentes y que hay tratamientos disponibles para ayudarte a superar el problema.

Clinica de La Vida Conyugal

Unión de Agua y Tierra - Pieter Rubens

CLINICA DE LA VIDA CONYUGAL I

Bigamia

Freud parte de la impotencia en el hombre, que no es falta de erección, sino también eyaculación precoz o falta de satisfacción.

Los hombres son normalmente impotentes porque, la vida erótica esta separada en dos corrientes: 1-

La sexual y la tierna, que son efectos de barrera contra el incesto, no puede hacer coexistir estas dos corrientes, el objeto de amor y el deseo están separados y que al menos en el caso de la vida conyugal una sola mujer no puede soportar, necesita de dos mujeres, dos personas, dos síntomas.

Que clase de síntoma encontraríamos en un final de análisis para ser libres: no hay que tenerle tanto respeto a la mujer y familiarizarse con la representación del incesto, con la madre y con la hermana.

Cada sujeto que llega al verdadero final de análisis es una nueva entidad clínica.

Freud: un final de análisis tendría que hacer coincidir estas dos corrientes. Se trata de la madre adorable y la dirne, puta. Para el dicho macho la puta pertenece a cualquiera incluyendo al padre, este toca con su índice a la madre, y dice esta no, todos aquellas si entonces tanto la madre como la dirne, están tocadas por el padre. Detrás de toda mujer esta el padre.

CLINICA DE LA VIDA CONYUGAL II

Aparece el cónyuge para dar a conocer la realidad del otro que no habla.

Como que interesa la verdad, no la realidad. No sé concibe una vida conyugal con la clínica.

¿Que clase de terapia conyugal es posible?

Si en el matrimonio hay goce, no es sexual.

Síntomas: celos, infidelidad, impotencia, frigidez. 1ra tesis, el matrimonio como institución es una situación patógena no reconocida como tal. ¿Que supone que la mujer tome el nombre del marido ¿ El orden simbólico fuerza una situación, empuja hacia una identificación de los cónyuges, a una identidad, dispositivo paranoico ( hacer dos en uno ).

Consecuencias sobre la Mujer, borramiento de la alteridad en el matrimonio que muchas Mujeres conquistan fuera de el.

Vínculo con la imagen del otro, es que se advierte en una separación (alguna le falta algo, esta descompleta).

Supone una subjetivación a través del otro, va en detrimento de la relación sexual.

Desde el Hombre, esta identificación, desde el punto de vista sexual, el deseo, la actividad es más corta.

Bigamia, de esta bifurcación entre el amor y el deseo, por un lado, recobra la alteridad, por el otro busca el deseo.

¿Porque generalmente el Hombre vuelve a su Mujer y no a su amante?

2 da tesis, el matrimonio se organiza entorno a un punto de imposibilidad.

En la vida conyugal no se puede hablar de fracasos, porque de entrada se trata de realizar lo imposible. Poder incluirnos, ser uno, ese es el punto de imposibilidad.

Llegar al matrimonio de tal manera que la esposa se convierta en madre.

El Hombre es extraordinariamente fiel, lo que no quita que sea monógamo, sino monótono.

La Mujer es poligámica.

Celos: que para el Hombre, la Mujer es la de todos, en primer lugar infidelidad, el objeto goce esta en otro lado.

Muchas veces a una Mujer una relación ilícita le devuelve la alteridad pérdida con el lazo conyugal.

El amor suple la ausencia de la relación sexual.

El amor apunta al ser, o sea, a lo que en el lenguaje es más esquivo: el ser que por poco, iba a ser, o el ser que, por ser, justamente sorprende.

Lo que suple a la relación sexual en cuanto inexistente, hay que articularlo justamente según el para – ser.

Es evidente que en todo lo que se aproxima a esta relación, el lenguaje sólo se manifiesta por su insuficiencia.

El Otro como lugar de verdad, es el único lugar.

No somos más que uno. De allí parte la idea del amor.

El amor esta en relación con el Uno, nunca saca a nadie de sí mismo.

El problema es como puede haber amor por otro.

Ese Uno con que todos se llenan la boca es de la misma índole de ese espejismo del Uno que uno cree ser.

El deseo del sujeto es el amor.

El Hombre es quien aborda a la Mujer o cree abordarla, solo aborda la causa de su deseo. El acto de amor es eso. Hacer el amor, es poesía.

Pero hay un abismo entre la poesía y el acto. El acto de amor es la perversión polimorfa del macho, y ello en el ser que habla.

La Mujer no toda, al ubicarse en el goce fálico, no hay La Mujer por el no toda.

Sólo hay Mujer excluida de la naturaleza de las cosas que es la de las palabras, y hay que decirlo: si de algo se quejan actualmente las Mujeres, es de eso, sólo que no saben lo que dicen, allí reside la diferencia.

Ninguna se aguanta ser no toda.

El Hombre de pueblo, llama a la Mujer doña, eso quiere decir que el es el pisado.

El goce fálico la llena.

Hay un goce que ella conoce y que no les ocurre q todos (frigidez).

Goce = Placer

De la Mujer nada puede decirse, el Hombre goce fálico, ¿que es ¿ la masturbación: el goce del idiota.

El discurso analítico (goce) habla de amor.

La única cosa más o menos seria que pueda hacerse es una carta de amor.

Alma no se puede cuestionar al igual que el sexo por si solo es homosexual, amor cuando se refiere al otro.

El amor cortes sigue siendo enigmático.

En lo sexual solo encontramos mortalidad.

El amor es imposible, la relación sexual no existe, el interés por el Otro no disminuye.

Mientras más se preste el Hombre a que la Mujer lo confunda con Dios, con lo que ella goza-odia, amor sin odio, menos ama.

El deseo se inscribe en lo corporal porque no cesa de inscribirse.

El análisis vino a anunciarnos que hay saber que no se sabe, un saber que tiene su soporte, un sueño, se lee en lo que se dice de el.

El sujeto resulta que este saber ha de ser aprendido, y aún tener un precio, es decir que su costo es lo que se evalúa. No como cambio, sino como uso. El saber vale exactamente lo que cuesta, es costoso, porque uno tiene que arriesgar el pellejo.

Hay que despedirse del padre cuando se aspira a un Hombre, una Mujer busca sustituto.

Un Hombre, como se dice, aparece. Nada del otro mundo: una mirada, una atención, una sonrisa, algunas palabras en el ascensor.

El Hombre es un estrago. Se ha sentido poderosamente atraída por él y a la vez se espanta, lo esquiva, se sustrae a la escena de amor, se reprime. Es un delirio de la histérica, una Mujer vacila entre el nombre y el Hombre, usted ha hecho una elección.

El marido es un sustituto, un cambio de objeto.

El devenir mujer de la niña es un largo y lento duelo.

Deja caer la madre, y se vuelve hacia el padre.

Una Mujer que elige entre su padre y su sexo.

Tratándose del padre es preciso perderlo.

La patología de las Mujeres es sumamente simple: tristeza, histeria, paranoia y Mujeres normales.

Siempre hay que poner en primer plano su vocación de macho.

Por eso se convierte en la esposa ideal del obsesivo.

¿El padre es el síntoma por excelencia de la enfermedad de las mujeres, porque?, porque la niña, en verdad nunca deja al padre. El macho es un segundón.

La histérica exige, pues, la verdad del Otro y el papel de un padre que venga a remediar sus males.

La vida erótica de la cornuda: es mío, él me ama. Esta convicción no la abandona jamás.

El marido no se comporta como es debido. No sabe lo que hace.

Así es como se quedan solas.

Propia del domicilio conyugal, la escena de celos viene después. Para la Gritona, la otra es una arrastrada, experta en las artes y oficios del amor.

Freud nos invita a desear y no a copular.

Es un transporte amoroso. Hay un amador y un amable: es lo que se llama transferencia. (Psi. Patricia Bustos)

Algunos de Ustedes es Adicto al Amor

¿Alguno de ustedes es adicto al amor?

¿Así te has ido, mi señor, mi amor,

Mi amigo? ¡Esperaré noticias tuyas

Durante todo el día de la hora,

Porque en cada minuto hay muchos días!

¡Contando el tiempo así, seré ya vieja

Cuando vea otra vez a mi Romeo!

Romeo y Julieta, Shakespeare

Una nota publicada en LNOL, nos recuerda que no amamos con todo el corazón sino con todo el cerebro. En realidad, ya hemos hablado muchas veces por aquí de los mecanismos físicos del enamoramiento y de las órdenes que imparte nuestro cerebro cuando caemos rendidos frente al hombre/mujer de nuestros sueños, pero no se trata en esta ocasión de discutir sobre los aspectos encantadores del amor, sino en sus variantes dolorosas o patológicas.

Walter Riso, un detractor del psicoanálisis, autor de libros como Amar o depender, considera que el amor es una de las cinco adicciones modernas, y las enumera:

1. La belleza

2. El celular

3. Internet

4. El trabajo

5. ¡El amor!

Es bastante fácil intuir como podemos desear estos íconos de la felicidad postmoderna... ser eternamente jóvenes, estar comunicados todo el tiempo, gratificarnos con lo que podemos hacer bien... y el amor, el amor romántico, transformado en un derecho y hasta quizá en una obligación.

Pero aparentemente, como toda potencial adicción, el amor puede traer como consecuencia algunas patologías, entre ellas, conductas obsesivas, ansiosas o depresivas... o al menos eso se registra en gran parte de las consultas demandantes de psicoterapias.

¿El amor es un impulso? ¿Un arrebato? ¿Un mal (o un bien) inevitable? Riso piensa que es algo más que eso, sostiene que es un acto voluntario que sintetiza emoción y pensamiento, por lo tanto, reúne, amistad, afinidad, respeto y solidaridad. Entonces, aquellos que afirman que en la guerra y en el amor todo vale... entran bajo sospecha. (Psi. Patricia Bustos)

Adicción al Trabajo

Tintoretto - La Disputa de Jesús en el Templo

ADICCIÓN AL TRABAJO

'Alcohólico del trabajo'

ANTECEDENTES

Es en los Estados Unidos, donde se crea el termino “WORKAHOLICS” a partir de la asociación de Works (trabajo) y alcoholic (alcohólico), designando con este termino a las personas que utilizan su empleo como un medio para escapar de sus miedos o demonios y trasforman su casa en otra oficina.

La adicción al trabajo carece de antecedentes claros ya que el apego al trabajo tiene poco tiempo de ser reconocida como una adicción de tal manera que no existen registros claros de la misma. Es a partir de los años ochenta con el advenimiento de los yuppies cuando la adicción al trabajo es estudiada de manera científica y reconocida como una patología (enfermedad). Un antecedente de esta enfermedad es el síndrome de Karoshi (o síndrome de Fatiga Crónica). Karoshi fallece repentinamente y como consecuencia de una hemorragia cerebral, insuficiencia cardiaca y respiratoria debido al exceso de fatiga que produce hipertensión.

La adicción al trabajo es una compulsión que a corto plazo es autodestructiva. Esta adicción es vista socialmente como una virtud, la cual se aplaude y fomenta. No existen antecedentes de suicidio por la adicción al trabajo, ya que éste es silencioso. Siempre se está al borde y nadie reconoce los síntomas pero el desenlace es fatal.

Algunos autores refieren la adicción al trabajo como la más poderosa de las adicciones modernas. Adicción que es apoyada por los gobiernos, organizaciones públicas y en general por la sociedad. El adicto al trabajo es premiado o de alguna manera recibe recompensa la cual por supuesto es el éxito y la muerte.

En lo que respecta a los grupos de adolescentes y niños, no se puede manejar como que existan adictos al trabajo pero, es bien sabido que existen algunos adolescentes que se entregan por completo al estudio, a los cuales se les ha dado en llamar NERDS.

DESCRIPCIÒN

La adicción al trabajo, como ya se comentó conduce a la autodestrucción, como beber o comer en exceso, drogarse, conducir a altas velocidades, etc. Pero a diferencia de estas adicciones, la adicción al trabajo no es rechazada socialmente al contrario, es aceptada y se le describe como una virtud.

La adicción al trabajo como cualquier adicción, no puede ser controlada por los afectados. Y estos presentan signos y síntomas que les indican que algo anda mal en ellos. Pero los estímulos externos transmitidos por la sociedad son más poderosos y el adicto al trabajo no reconoce su patología por quedar enmascarada en el aplauso. Esta patología afecta en mayor parte a profesionales entre la 3, 4 y 5 década de la vida. Siendo la incidencia indistinta entre hombres y mujeres, aunque se cree que la mujer es menos vulnerable dado que ésta se inclina naturalmente al cuidado de los hijos y la familia. Pero en general podemos decir que el adicto al trabajo es del tipo profesional liberal, perfeccionista, de alto rango y con deseos de triunfo. Son personas ambiciosas e individualistas con dificultades para trabajar con otros y normalmente son de clase media-alta. Las personas que caen dentro de estos parámetros son los profesionales como los médicos, abogados, hombres de negocios, etc.

La adicción al trabajo conduce al adicto a trabajar en exceso sobrepasando sus límites y necesidades personales. Lo cual obedece a la dependencia psicológica que crea en el adicto y que algunas personas llaman 'el dolor que otros aplauden'. La adicción al trabajo es una compulsión a trabajar, la cual requiere de ir aumentando las horas de trabajo diarias. Lo que da como resultado un efecto estimulante sobre el estado de ánimo. Pero también ocasiona que la vida de los adictos sea cada vez más inmanejable.

CONSUMO

Cuando hablamos de consumo, no es como otras adicciones ya que esta se consume trabajan todo el tiempo o trabajando en exceso para luego parar. Algunos finalmente pueden ser verdaderos 'anoréxicos del trabajo'. Lo que distingue al adicto al trabajo es el modo en que trabaja y no la cantidad y constancia de su trabajo.

Los adictos al trabajo inician con la adicción por presión social para conseguir éxito, aunado al exceso de ambición y la incapacidad para establecer un orden de prioridades entre sus obligaciones laborales. A lo anterior hay que agregar que por lo general los adictos al trabajo tienen problemas familiares o de pareja, situación que refuerza el consumo de trabajo. Para que aparezca la adicción no es necesario que existan problemas económicos ya que los adictos suelen tener dificultad para querer y ser queridos. No encuentran que hacer con su tiempo libre, situación que los deprime y aumenta el consumo de trabajo.

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EFECTOS

Como todas las adicciones, la adicción al trabajo ataca nuestra integridad física, espiritual, económica, social y nos lleva a la quiebra de nuestra autonomía. Algunos adictos se experimentan 'fuera de sus propios cuerpos', mientras otros llegan a sentirse 'fuera de sus vidas'. Porque su compulsión es una forma de no vivir, que resulta apenas distinta de la muerte.

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El adicto al trabajo busca reconocimiento social y autoafirmación, necesita sentir que tiene el control. Por lo anterior son perfeccionistas y con la autoestima más bien baja. No les gusta trabajar en equipo por lo que generalmente lo hacen solos. Este tipo de adicto utiliza el trabajo como refugio para escapar de los problemas. Son de personalidad ambiciosa y narcisista que se deshumanizan cuando tienen poder, no tienen en cuenta los sentimientos de los demás o el compañerismo a la hora de trabajar y esperan que sus subordinados cumplan un horario laboral similar al de ellos. Son muy exigentes con ellos mismos y con los demás. Su vida profesional repercute negativamente en su vida familiar al trabajar fuera de hora, fines de semana o en vacaciones. Suelen llevarse trabajo a casa y no desconectan el móvil del trabajo por si lo necesita. Estos adictos con frecuencia desarrollan enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, musculares y ansiedad. Por último hay que mencionar que esta adicción se acompaña de otras adicciones con la finalidad de aumentar el rendimiento laboral. Por lo que no es raro que tengan adicción a drogas estimulantes o psicofármacos. Otro gran problema es que la familia acepta al adicto como es, justificando sus ausencias o falta de atención ya que son cuestiones de trabajo, lo que termina en una pareja de extraños haciendo su vida cada uno por su lado, sufriendo las consecuencias los hijos.

EFECTOS PSICOLÒGICOS.-

Los efectos psicológicos de la adicción al trabajo son múltiples, pero en general el adicto utiliza el trabajo como una forma de evadirse de los conflictos, liberándose de tener que hacer frente a las contrariedades familiares, no afrontando los problemas ni resolviendo las situaciones familiares conflictivas. En realidad la adicción es un narcótico que le permite olvidarse de sus problemas. Hace del trabajo su mundo y se olvida o ignora a su familia y amigos. Es infeliz en su vida personal pero no pone soluciones, tal vez porque la mayoría de los adictos al trabajo no saben que lo son. El adicto al trabajo no reconoce que el éxito no lo ha hecho feliz y su supuesta gratificación por terminar el trabajo es ficticia ya que su trabajo nunca acaba.

DAÑOS O CONSECUENCIAS

Los daños que conlleva la adicción al trabajo como cualquier otra adicción afectan todas las esferas de la vida del adicto, desde la vida familiar hasta la vida social. Al grado que algunos adictos al trabajo centran su vida en esta actividad hasta la obsesión y le dedican tanto tiempo que desatienden otros quehaceres y obligaciones. Estas personas, se dedican exclusivamente a trabajar y llegan a perder el interés por cualquier otra actividad. La adicción al trabajo es una dependencia que hace que la persona adicta carezca de interés por todo lo que no pertenezca a su mundo profesional.

Todos ellos se sienten con mucho resentimiento y tristeza, debido a la pérdida continua de un ser querido. Muchos directores de proyectos parecen estimular esta adicción, al igual que los ideales laborales de la sociedad, transmitidos (entre otros) por los medios de comunicación. Quizá la adicción al trabajo sea el caso más resonante de una forma de suicidio que recibe estímulo social.

No es raro que los adictos al trabajo mueran en accidentes de automóvil, donde son víctimas de su propio cansancio.

PREVENCIÒN

Las medidas tendientes a prevenir la adicción al trabajo se pueden resumir en tres recomendaciones, siendo la primera la ABSTINENCIA: En la cual se recomienda dejar de trabajar por un tiempo. Esta medida como las que a continuación se menciona deberá de ir acompañada de todo un programa de ayuda terapéutica y de recuperación. Otra de las opciones es controlar el gatillo, que no es otra cosa más que identificar las situaciones desencadenantes de la conducta adictiva, lo que nos permitirá esquivar al detonante antes que se desarrolle la conducta. Por último, se recomienda elaborar un programa de trabajo que regule la actividad. No importan las recomendaciones o medidas que se tomen para controlar la adicción, mientras no se aprenda a separar el mundo laboral del personal.

LEGISLACIÒN

Las leyes laborales no tienen contemplada la adicción al trabajo, razón por cual no se han tomado las medidas necesarias para prevenirla o en su defecto tratarla.

(Psi. Patricia Bustos)

Drogadicción

Dutch Interior I - Juan Miró

DROGADICCION

Los cambios que suelen ocurrir durante la adolescencia son evidentemente tan fuertes que desconciertan tanto al propio joven como a quienes lo rodean.

¿Qué es lo normal y que es lo patológico en medio de tantas transformaciones tan grandes?

Los jóvenes pasan por etapas problemáticas, conflictivas y contestatarias. Estas características se vuelven pronunciadas, que la alarma cunda, y no sin motivos. Hay cuadros fóbicos, conductas maníacas, depresiones que se instalan.

La sociedad no está preparada para asimilar los cambios que la mera sucesión generacional siempre plantea de por sí. La relación nunca es armónica ni muy sencilla.

Cada generación crea sus mitos y también sus símbolos, sobre los cuales la generación precedente dispara todos los dardos de su crítica.

En la actualidad la juventud es blanco de miradas negativas al por mayor. Pero, en definitiva los jóvenes viven una realidad difícil.

Cuando el paro, las guerras y las crisis económicas demuelen los valores básicos que la sociedad dice sostener, es lógico que los jóvenes se lancen a la búsqueda de nuevas ideologías y creencias.

En este proceso confluyen elementos sociales y rasgos psicológicos individuales. Muchos jóvenes hallan, en algunas sectas u organizaciones políticas o en la droga una familia sustituta.

La respuesta habitual de la sociedad es la represión, en una espiral cada vez más vertiginosa. Sin embargo, la psicología, entre otras ciencias cree, que hay otros caminos.

El ambiente poco motivante, el fácil acceso a las drogas, la falta de ocupación, la actitud agresiva de la sociedad, que insta de alguna manera al consumo de las mismas, todo ello lleva al joven en situación a su consumo.

Las dificultades para encontrar un trabajo, hacen que hayan aumentado también el índice de drogadicción, alcoholismo y delincuencia.

Esta se ve propiciada asimismo por los medios de comunicación y de valoración social de determinados comportamientos opulentos, la mistificación del consumo, de A, D, etc. o el uso de grandes vehículos a través de los films.

Basta con observar como los personajes populares y míticos de hace años podían tener 20 años, hoy los ídolos pasan los 30 años. Este envejecimiento global de los personajes mistificados por medio masivos, contribuye también a generar un vacío de mecanismos de identificación en los adolescentes.

Las crisis de las instituciones familiares, esta también detrás de muchas conductas de indolencia. El desarrollo social insinúa de forma a veces imprecisa la necesidad de encontrar modelos nuevos de relaciones, pero estas todavía no están plasmadas.

Quien se enferma lo hace porque al tener que resolver una exigencia, sus elementos disposicionales y actuales se intrincan con un contexto grupal que no es continente del conflicto.

El nivel de ansiedad instalado en la estructura y no elaborado, altera todo mecanismo y asunción de roles y así pierden su carácter adaptativo.

El enfermo desempeña un rol, es el portavoz, emergente de esa situación total.

El paciente es depositario que se hace cargo de diferentes aspectos patológicos depositados por cada uno de los otros miembros.

Desde la prehistoria, se tiene conocimiento de que el hombre sabía, conocía perfectamente los efectos analgésicos de las llamadas drogas naturales.

Actualmente la cantidad de drogas con que se cuenta es inmensa. A las drogas naturales, tenemos que agregar millares de sustancias sintéticas.

Si queremos definir a la toxicomanía como vicio, estamos diciendo algo así como que uno cada cuatro seres humanos es vicioso.

Existe en general, todavía, gran ignorancia con respecto a la causalidad que lleva hacer uso de drogas.

Según la situación, el lugar, la cultura, una misma droga puede producir diferentes efectos; de esto se infiere que es necesario estudiar tanto a las personas que usan drogas, como también las circunstancias en las que el uso de las drogas cuenta con la aprobación de los demás.

No podemos admitir que tanto en jóvenes como en adultos, la necesidad de evasión parece ser causa cada vez más relevante de inclinación al consumo de drogas. Pero también es cierto que en estos casos tienden a recurrir a drogas tradicionalmente aceptadas por la sociedad de la cual forman parte.

Puede decirse que el uso de drogas no tradicionales o nuevas, es decir no aceptadas socialmente, es una conducta característica de los jóvenes.

La característica fundamental del usuario, es sucumbir a una compulsa que lo hace depender de la droga.

Creada esta situación podemos hablar de una predisposición especial en el individuo que reproduce un síntoma de satisfacción del arcaico anhelo oral, que a la vez implica necesidad de seguridad y de conservar la autoestima. Luego, la adicción no reside en el efecto químico de la droga, sino en la estructura psicológica del paciente.

Se puede decir, que en la actualidad, hay consenso acerca de que cualquier propaganda de tratamiento, para ser eficaz, debe abarcar no sólo la desintoxicación controlada, sino también tratamiento psicológico, social, supervisión, evaluación periódica y orientación sobre la reincorporación del toxicómano a la sociedad.

Si tratamos el caso del adicto propiamente dicho, no se logrará la abstinencia total de la droga sino a través de un tratamiento integral.

El profesional debe hacer visible al paciente lo que éste no puede ver. Su trabajo es organizar las funciones del paciente y además trabajar para el devenir. Importa fundamentalmente tratar el impulso que lo obliga a ingerir.

Primero cabe formarse una idea clara de la dificultad principal del paciente: si es que no puede alejarse de la droga por el impulso o es la droga que evita que la personalidad del adicto en crisis o es la misma droga que permite al paciente evitar su soledad, pues ella lo mantiene unido a un grupo de pertenencia.

Hay que trabajar con el paciente, lo que lo llevo a esto, que lo motivo hacia la huída de la realidad.

La curación no depende solo de él, sino de la familia, la sociedad y el entorno que lo rodea. ( Psi. Patricia Bustos )