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Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

miércoles, 4 de junio de 2008

Trastornos Alimenticios

Las Dos Amigas - Albert Marquet

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

A Lucia le gustaba ir con sus amigas al patio de comidas, pero ahora de solo pensar en hacer esto le da terror. Además, ya no tiene tiempo para estar con sus amigas; está ocupada corriendo o asistiendo al gym.

. Cada vez que se mira al espejo se ve gorda, aunque en realidad la balanza indica que está adelgazando. Lucia ha cambiado; ya no es la misma persona. En la escuela, tiene dificultades para concentrarse y siempre está cansada.

Ella sufre un trastorno de la alimentación. Los trastornos de la alimentación son muy comunes

Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa

Los dos tipos más comunes de trastornos alimenticios son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como anorexia y bulimia). Estos dos trastornos son difíciles de separar ya que comparten ciertas características: tanto en la anorexia como en la bulimia, la persona tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo. Esta persona vive obsesionada con su cuerpo.

La anorexia y la bulimia tienden a afectar con más frecuencia a mujeres que a varones; pero el 10% de la gente con trastornos de este tipo son hombres. Como se tiende a pensar que los trastornos de la alimentación afectan solamente a las mujeres, no se presta atención al problema en los hombres. Los hombres que presentan trastornos alimenticios suelen concentrarse en la apariencia física o en el éxito deportivo más que en verse delgados.

La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar. Es por eso que apenas come y lo poco que ingiere se convierte en una obsesión. Es bastante común que una persona con anorexia pese la comida antes de ingerirla o cuente sus calorías. También es común que la persona haga ejercicio en exceso con el objetivo de bajar de peso.

Una característica particular de la anorexia es que la persona no solamente desea ser muy delgada sino que tiene una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Si bien bajan de peso a una velocidad alarmante, las personas con anorexia no se consideran delgadas. Una persona que sufre de este trastorno, se mira en el espejo y ve a una persona gorda.

La bulimia es algo diferente a la anorexia ya que la persona que la padece no evita comer. Todo lo contrario; esta persona ingiere grandes cantidades de alimentos que elimina vomitando. Este comportamiento se conoce como “atracones y vaciado”. Como en el caso de la anorexia, la bulimia tiende a afectar a adolescentes y mujeres jóvenes más que a hombres. A diferencia de la anorexia, la bulimia es difícil de detectar. De hecho, una persona con bulimia puede tener un peso normal o un poco mayor que el peso normal.

Señales de advertencia

Entonces, ¿cómo puedes saber si una persona tiene anorexia o bulimia? No puedes darte cuenta simplemente mirando a la persona. Alguien que baja mucho de peso puede estar sufriendo otro problema de salud. Pero si conoces a alguien que encaja en la descripción que hacemos a continuación, debes tratar de ayudar a este amigo.

Anorexia:

  • baja de peso hasta llegara a un 20% de lo normal;
  • niega tener hambre;
  • hace ejercicio de manera excesiva;
  • se siente gorda; y
  • se aísla socialmente

Bulimia:

  • inventa excusas para ir al baño inmediatamente después de terminar la comida;
  • come grandes cantidades de comida pero no aumenta de peso;
  • utiliza laxantes o diuréticos; y
  • se aísla socialmente

¿Cuáles son las causas de la Anorexia y la Bulimia?

Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias teorías sobre por qué la gente desarrolla estas patologías. La mayoría de la gente que desarrolla un trastorno alimenticio se encuentra entre los 14 y 18 años (aunque es posible que, en ciertas personas, comience a una edad más temprana). En ese momento de sus vidas, los adolescentes sienten que no pueden tener nada bajo control. Los cambios físicos y emocionales que ocurren en la pubertad pueden hacer que aun la persona más segura de sí misma se sienta un poco fuera de control. Al controlar su propio cuerpo, las personas con trastornos de la alimentación sienten que pueden recuperar parte del control –aunque lo logren de una manera no saludable.

En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas reaccionan al cambio teniendo mucho miedo de su nuevo peso y sienten que deben hacer algo para eliminarlo. Es fácil darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo aumentar de peso, aun cuando saben que es saludable y temporal. Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada –gente que pesa mucho menos que el peso saludable que deberían tener. Cuando se combina la presión por ser como estos modelos con el cambio físico normal por la edad, no es difícil entender por qué algunos adolescentes tienen una imagen distorsionada de sus cuerpos.

Algunas personas que adquieren este trastorno alimenticio pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad. Los especialistas creen que la gente que tiene trastornos de la alimentación también sufre del trastorno obsesivo-compulsivo. Su anorexia o bulimia son una herramienta para controlar el estrés y la ansiedad que surge en la adolescencia y les permite tomar el control y establecer un orden en sus vidas.

También existe evidencia de que los trastornos de la alimentación son un problema que ya otros miembros de la familia tienen o han tenido. Nuestros padres ejercen una influencia en nuestros valores, prioridades y, por supuesto, en nuestra manera de comer. Es por ello que el trastorno está relacionado con el ambiente y la influencia familiar. Pero también se ha sugerido que hay un componente genético en ciertos comportamientos. Y los trastornos de la alimentación pueden ser uno de ellos.

El tratamiento para los trastornos de la alimentación

Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede mejorar y volver a su vida habitual. Dado que la anorexia y la bulimia afectan tanto al cuerpo como a la mente, el tratamiento y la recuperación estarán a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y dietistas.

Las terapias son una parte crítica para el tratamiento del trastorno. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia, cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser delgada no hace a una persona feliz.

Lo más importante en el tratamiento de los trastornos de la alimentación es identificar y atacar el problema lo antes posible. Como todo mal hábito, las malas costumbres alimenticias son más difíciles de cortar cuanto más tiempo se las haya puesto en práctica. Si sufres de trastornos de la alimentación, no esperes más. La anorexia y la bulimia pueden hacerle mucho daño a tu cuerpo y a tu mente si las dejas sin tratar. El peor daño que te pueden hacer es matarte; el daño menor es que te sientas y te veas de lo peor.

Si deseas hablar con alguien sobre estos trastornos pero no te sientes cómodo haciéndolo con tus padres, háblale a un maestro, un vecino, tu médico o cualquier otro adulto con el que te sientas cómodo. Recuerda que los trastornos de la alimentación son muy comunes entre los adolescentes y que hay tratamientos disponibles para ayudarte a superar el problema.

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