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Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

miércoles, 1 de julio de 2009

Cibersexo, El Juego

Los Enamorados - Walter Ludueña

La palabrita suena a ciencia ficción pero el cibersexo es real y cotidiano para un gran número de personas.

¿Se lo puede considerar una adicción? ¿Por qué se genera? ¿Puede ser que el sexo virtual seduzca más que el sexo real? ¿Se puede hablar de una nueva generación de “cyberadictos al sexo”? ¿Cómo saber si uno sufre este tipo de adicción? Estudios basados en encuestas realizadas a navegantes de Internet, mostraron algunos patrones que se repetían en este tipo de individuos. Aquí, algunas características de quién sufre esta adicción. Señales de alarma para tener en cuenta: - Rutinariamente gastan una significativa cantidad de tiempo en salones de chats y mensajes privados con el único objetivo de tener cibersexo. Tienen un sentimiento de preocupación permanente y sólo les interesa el uso de Internet para encontrar parejas sexuales online. Frecuentemente usan la comunicación anónima para engancharse en fantasías sexuales no realizadas típicamente en la realidad. Buscan hacer en el mundo virtual cosas que nunca harían en la realidad. Sólo piensan en anticiparse a la siguiente sesión online con la expectativa de encontrar activación sexual o gratificación. Suelen pasar rápidamente del cibersexo al sexo telefónico. Sentir culpa por engancharse al chat erótico e interesarse más en el sexo virtual que en el real, son algunas de las señales de alarma a tener en cuenta. Esconden sus interacciones online a las personas más cercanas. Viven su pasatiempo con gran sentimiento de culpa o pena. Sufren por su conducta. Cada vez pasan menos tiempo con el compañero sexual real, prefiriendo sólo el cibersexo como la principal forma de gratificación.

La gente que sufre de una baja autoestima, una distorsión severa de la imagen corporal, una disfunción sexual no tratada, o una previa adicción sexual están en mayor riesgo de desarrollar una adicción al cibersexo.

Particularmente, los adictos al sexo se dejan llevar por Internet como una nueva y segura salida sexual para satisfacer sus compulsiones sin el costo de las líneas calientes, el miedo de ser visto en hoteles, o el temor de contagiarse alguna enfermedad si recurre a prostitutas. En este tipo de relaciones “virtuales”, el anonimato juega un papel primordial. Eso hace que la persona se “suelte” mucho más que en una charla frente a frente. Se puede “zafar” y cambiar de pareja sin ningún tipo de despedidas. Incluso hasta se han llegado a plantear relaciones que, para algunas personas, resultarían impensadas en la vida diaria, como tener un contacto con alguien del mismo sexo. El anonimato ofrece un marco en el que todo vale, como el sadomasoquismo o el “voyeurismo”.

Y el tratamiento no es distinto al de cualquier tipo de adicciones. Lo más importante es que la persona reconozca que está “enganchada” y que tenga la valentía necesaria para pedir ayuda. Y la terapia de desconexión no requiere la abstinencia total, sino algo paulatino y adaptativo.

Sea como sea, si sufrís este tipo de compulsión, lo mejor es pedir ayuda. Un buen profesional te va a acompañar para poder salir paulatinamente de esta nueva adicción del siglo XXI. (Psi. Patricia B. Bustos)

2 comentarios:

Chica_webcam dijo...

Somos hoy en día tantos los usuarios de internet y el sexo está tan al pie de la calle, que no me extraña que a las puertas abiertas del cibersexo se asomen los curiosos, los pervertidos y los obsesos. Sin embargo hay también un alto número de practicantes que lo hacemos por pura necesidad biológica moderna. Sin más desviación que la alteración del momento en si.
En fin, besos de Lulu.

escuchando palabras dijo...

Lulu gracias por tu aporte y tu honestidad...besos