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Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

jueves, 15 de abril de 2010

Pedro Salinas

Nace en Madrid en 1891. Estudia Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Entre 1914 y 1917 fue lector de español en la Sorbona y entre 1922 y 123 en Cambridge. En 1918 gana la Cátedra de Literatura de la Universidad de Sevilla, donde permaneció ocho años. Su influjo en los jóvenes poetas andaluces es importante, según recuerda Cernuda: “Quien acude a él halla siempre, por lo menos, una palabra cordial, un gesto, un estimulo”. En 1926, de vuelta en Madrid, colabora con el Centro de Estudios Históricos, formado por un grupo de investigadores reunidos por Ramón Menéndez Pidal. En 1932 fundó la revista “Índice Literario”, cuya finalidad era informar a los hispanistas de las novedades literarias españolas. Fue secretario de la Universidad Internacional de Santander, inaugurada en 1933, hasta 1936, fecha en la que, exiliado por la guerra, marcha a América como profesor visitante al Wellesley College, en Puerto Rico y en la John Hopkins University de Baltimore. Ya no volverá a España, pero este período será fecundo en conferencias, trabajos y libros. Recorre múltiples universidades americanas; imparte clases en Baltimore y en la Universidad de Puerto Rico entre los años 1943-1946. Murió en Boston en 1951 y está enterrado en San Juan de Puerto Rico. Sobre su personalidad dirá Marichal: “Yo diría que Pedro Salinas era un hombre a la vez abierto y tímido, extraordinariamente expansivo y, sin embargo, cerradamente pudoroso”.
Mirar Lo que eres me distrae de lo que dices. Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándomea ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo,
no las sigo:estoy mirandolos labios donde nacieron. Miras de pronto a lo lejos. Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar
Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo que quieres hoy,
lo deseas;mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasarme quedo,
en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer. La voz a ti debida; Pedro Salinas

4 comentarios:

un caos lúcido dijo...

Es un estímulo hallar coicidencias, Patricia. Afortunada y agradecida te envío un saludo,,,

escuchando palabras dijo...

muchas gracias por visitar escuchando, seguimos leyendonos, besos

Mª Jesús So dijo...

Hola!

Gracias por visitarme.

Yo soy un poco desastre en esto de Internet, así que espero que mi huella quede aquí, en tu lugar.

Me gusta mucho.

Nos vemos.

escuchando palabras dijo...

gracias por visitar escuchando, nos estamos visitando, besos