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Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

miércoles, 7 de octubre de 2009

El Sentido del Humor y la Vida

Cris De Lara
La vida humana constituye una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan, por eso sólo las personas con sentido del humor poseen tanta sensibilidad como lucidez. El humor convierte a la vida en una tragedia casi bufa y en una comedia casi melancólica.
Las personas que no son capaces de reírse de sí mismas son profundamente desgraciadas, porque no pueden permitirse el placer de ser indulgentes consigo mismas. El niño que llevan dentro está maniatado, amordazado, temblando. El tiránico superego ocupa toda su alma y los territorios vecinos.
Se avergonzarían mucho si les viéramos enternecerse, llorar, jugar con un tren eléctrico o leer un cómic. Por miedo al ridículo, adoptan una seriedad excesiva que les convierte ineludiblemente en personas ridículas. Todos sabemos que nuestro peor enemigo no siempre es el tirano que está enfrente.
Contra la vida, la mejor defensa es el humor. Quien posee sentido del humor sabe que es hombre y que nada humano le es ajeno. Siempre estará dispuesto a excusar los aspectos negativos del prójimo porque en ellos contempla los suyos propios.El humor sirve para hacer más llevadera la seriedad de la vida.
El humor sirve para desenmascarar ese círculo vicioso en que se desenvuelve nuestra existencia, esa profunda inutilidad de lo útil. Cuando las cosas se ponen feas y los problemas parecen no tener solución, resulta de gran ayuda saber afrontar la situación con una sonrisa que le quite dramatismo. El sentido del humor es un mecanismo psicológico muy sofisticado que permite aumentar la eficacia con la que nos enfrentamos a las situaciones.
El sentido del humor se concibe como una actitud derivada del conocimiento propio y la aceptación propia. Es una manera positiva de ver la vida y de recibir la alegría del resto mundo. Por ello, el buen humor de una persona se relaciona con su optimismo y su buena predisposición para enfrentar sus desafíos.
El buen humor; además, está relacionado con la creatividad y la innovación, porque, gracias a ellas, uno puede distanciarse de los problemas, vaciar la mente de pensamientos o emociones superfluas y pensar mucho sin ponerse serio.Si no tiene sentido del humor, una forma de estimularlo es jugar con su propio ego, tomarse en broma sus defectos, desarrollar un sano sentido del no-ridículo y desechar el pesimismo de su vida.
Por supuesto, la solución a los problemas no vendrá por sí sola por el simple hecho de sonreír. No se trata de reír por reír, sino de afrontar las situaciones difíciles con una actitud positiva. El estado de ánimo determina las acciones que se llevan a cabo. Para mantener una actitud activa y no dejarse arrastrar por los problemas, se hace imprescindible saber relativizar el problema, observarlo con cierta distancia para suavizar su impacto negativo. Es lo que algunos psicólogos llaman "optimismo inteligente".
No en vano, son muchos quienes defienden que el principal rasgo que nos distingue de los animales es la capacidad para sonreír. El humor, sin embargo, no es una capacidad innata del ser humano. No se nace con él, sino que se va aprendiendo a lo largo de la vida, y puede aumentarse o potenciarse con un poco de esfuerzo. Cualidad a desarrollar
Si bien el carácter puede marcar a una persona más hacia la inhibición o hacia el entusiasmo, todo el mundo puede tener sentido del humor. Desarrollarlo sólo es cuestión de entrenamiento. La actitud positiva ha de fomentarse diariamente, y puede resultar muy difícil de lograr para personas acostumbradas a ver sólo el lado negro de las cosas.
En los casos extremos, se puede recurrir incluso a cursillos especializados, impartidos por psicólogos, que empujan a desarrollar el lado positivo incluso al más pesimista. Por otro lado, el sentido del humor no sólo ayuda a afrontar mejor los problemas, sino que además ayuda a desarrollar la inteligencia y la rapidez de reflejos.
La base de la risa y del humor está en sacar las cosas de contexto, invertir situaciones habituales… Tiene un gran componente de instinto de supervivencia, de escudo ante los problemas insuperables.
Existen estudios que demuestran que las personas que atraviesan situaciones difíciles son las que desarrollan un humor más agudo y lúcido, sacando punta a circunstancias incluso de extremada gravedad.
Entrenar el cerebro para darle la vuelta a las situaciones de esta forma estimula la inteligencia y la velocidad de respuesta de la mente.
Así que ya sabes, si deseas encontrar una buena amistad, aunque no sea precisamente amor, empieza a ponerle un poco de humor a tu vida!!!. (Psi. Patricia B. Bustos)

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