Datos personales

Mi foto
Patricia B. Bustos Psicoanalista /Coordinadora de grupos terapeúticos/ Prof. Enseñanza Común y diferencial / Mediadora Judicial / Voluntaria y Socia Activa de Mèdicos del Mundo

jueves, 20 de octubre de 2011

CARTA DE UN HIJO ADOPTIVO


Esta carta está contextualizada en una adopción nacional de los años 70
Me piden que hable de mi condición de hijo adoptivo. Es la primera vez que escribo sobre ello. Releo la primera frase y siento que hay algo extraño en esa denominación. Como si la etiqueta de “adoptivo” primara sobre la de hijo y el adjetivo modificara de forma radical la relación padre-hijo. Yo siempre he llamado a mis padres “padres”, no padres adoptivos. Incluso escribirlo me resulta molesto y desagradable. Se me podrá decir que ellos no me han dado la vida pero la gestación es un acontecimiento que dura nueve meses y poco más. Ser padre es mucho más que una función biológica; es permitir que un niño se convierta en un adulto, es humanizar mediante la educación, la comprensión y el cariño. Pienso en mi vida y sólo les veo a ellos. Soy consciente que no cumplieron la etapa biológica inicial pero no tiene la menor importancia puesto que lo más autentico de mí, lo más intrínsecamente humano, se ha formado gracias a las personas que me dieron todo para que eso fuera posible. Hacia mis progenitores, a los que llamarles padres sería un exceso, no siento ningún rencor ni odio. Sólo un sincero agradecimiento y ternura. No les conozco ni tengo intención de conocerles. No tiene sentido. La “llamada de la sangre” es algo que no me parece razonable. Tengo la impresión que ese sentimiento responde a una búsqueda de justificaciones para frustraciones que no se saben resolver. Es posible que cuando se tienen problemas con la familia adoptiva se eche mano de razonamientos del tipo de: “vosotros no sois mis padres”, “si hubiera estado con mis verdaderos padres ahora estaría mejor”. Decir esas cosas es lo más inmediato, lo más sencillo en un momento de enfado. Siempre se tiende a creer que lo ajeno es estupendo y no se piensa, ni por un instante, que hubiera podido ser peor. Sin embargo, intentar averiguar la identidad de un padre biológico es, desde mi punto de vista, no entender lo importante de la relación padre-hijo. Es negar esa relación. Lo esencial no está en la continuidad genética, sino en el vínculo que se construye entre los padres y el hijo, independientemente de los genes de cada uno. Reducir toda la paternidad a la función procreadora es una pobre simplificación. Mis padres me informaron pronto del hecho. Sin embargo, con ocho años yo no era muy consciente de la situación. Las dudas y las cuestiones que no se pueden responder llegaron más tarde. La pregunta última, en mi caso, ha sido cual fue la razón por la que mis padres biológicos me dieron la vida. ¿Por amor? ¿Una violación? ¿O un simple descuido en una noche loca? No hay respuesta. Pero se puede vivir con ello y ser feliz. ¿Acaso no es más importante lo que uno tiene por delante y lo que puede llegar a ser gracias al esfuerzo personal y a la ayuda de quienes me lo han dado y me lo siguen dando todo? No hay padres adoptivos. Sólo hay padres. De la misma forma que no hay hijos adoptivos, solo hijos.



14 comentarios:

somos el tiempo que nos queda dijo...

"es como si la etiqueta de “adoptivo” primara sobre la de hijo y el adjetivo modificara de forma radical la relación padre-hijo." Muy buena reflexión.
Quizás no hay por qué mirar atrás.
Juzgar a aquellos que te dieron la vida y a aquellos que te quisieron desde el primero momento que te vieron no tiene sentido. Al fin y al cabo no hay más vuelta de hoja, lo único que hay es el presente.

Lapislazuli dijo...

en los ultimos tiempos se usa mas "hijo del corazon", Totalmente de acuerdo con las palabras finsles, solo hay padres como solo hay hijos. Un abrazo

maria cristina dijo...

A raiz de todo el revuelo por Florencia de la V en estos días, pude ver nuevamente a Mariela, una transexual toda madre, con un testimonio de su vida entregada a la crianza de chicos que ahora de adultos hablan como el hijo de tu post.

Unknown dijo...

Hola.

Me ha puesto a pensar si esa historia de hijo adoptivo fuera mia, cuantas sensaciones, que mar de turbulencias, no se si quisiera conocer a mi padre o a mi madre, pero debe ser realmente dificil.

Saludos cordiales
gracias por compartir.

escuchando palabras dijo...

Hola Somos...tal cual lo dices, son los prejuicios de la sociedad, besitos

Juan Ojeda dijo...

Muy emotivo y personal el tema que trata esta entrada,
coincido plenamente con que la paternidad no es una cuestión genética.
Yo tuve un padre verdadero en términos sanguíneos pero absolutamente ausente en términos emocionales,,, por lo tanto se fehacientemente que eso de la genética no asegura el amor, el vínculo, el compromiso, etc.

Finalmente, me ocurre algo parecido a cuando se habla de los travestis, y se discute si llamarlos/as mujeres o no... Es decir, me parece profundamente banal discutir una nómina, con lo que cuesta de por sí la vida, la existencia, enfrascarnos en distinciones que pueden lastimar el corazón de otros me parece una pérdida de tiempo y energía,

Por eso suscribo emocionado al final de la carta, sólo hay padres, sólo hay hijos, sólo importa el amor.

Fuerte abrazo.

escuchando palabras dijo...

Lapis nos leemos, besitos

escuchando palabras dijo...

Maria quien puede cuestionar el amor de una madre x el echo q sea gay, transexual...besitos

escuchando palabras dijo...

Hola Ex esta barbaro q te lo preguntes y tambien q no sepas q harias...es una historia dificil, besitos

escuchando palabras dijo...

Juan, me has emocionado con tus palabras, gracias por contar algo de tu historia y dejarnos muchas sensaciones calidas, besitos

dAni dijo...

hola, no me había pasado hace un tiempo..

esta entrada me llego profundamente sabes?
..yo soy "adoptada" la diferencia es que yo si conozco a mi madre biológica, la he visto un par de veces.. pero jamas hemos conversado (solo "hola, adiós, etc") la verdad es que nunca quise conocerla, pues pienso igual que quien escribió esta carta, sin embargo nadie me pregunto y un día simplemente apareció allí delante mio.. y bueno, no reaccione muy bien que digamos xD jaja

en fin jamas le eh preguntado nada, no se por que me "dejo", ni su historia, ni nada.. no quiero saber, o quizás me da miedo ..no se, pero no le tengo rencor ni nada.. y estoy totalmente de acuerdo con lo que dice esta carta y me identifico completamente

muy linda, gracias por compartir.. me gustaría guardarla!

saludos, que estes bien :)
besos, Dani


"No hay padres adoptivos. Sólo hay padres. De la misma forma que no hay hijos adoptivos, solo hijos."

escuchando palabras dijo...

Dany me has conmovido, tal vez no estes preparada para saber todo la vida te dara señales si necesitas en algun momento saber mas, se feliz!!!! besos

Anónimo dijo...

Me ha encantado!!! Soy madre adoptiva, bueno, madre y punto, comparto totalmente lo que dices...y ojala cuando mi hijo sea mayor tambien lo haga! Gracias!

MARJORIE dijo...

Q LINDAS PALABRAS YO ESTOY EN ESTE PROCESO MARAVILLOSO ME EMOCIONA LA CARTA......