Un niño de la India fue enviado a estudiar a un colegio de otro país.
Pasaron algunas semanas, y un día el jovencito se enteró de que en el colegio había otro niño indio y se sintió feliz. Indagó sobre ese niño y supo que el niño era del mismo pueblo que él y experimentó un gran contento.
Más adelante le llegaron noticias de que el niño tenía su misma edad y tuvo una enorme satisfacción. Pasaron unas semanas más y comprobó finalmente que el niño era como él y tenía su mismo nombre. Entonces, a decir verdad, su felicidad fue inconmensurable.
*El Maestro dice: No hay mayor gozo en este mundo que el de conocerse a uno mismo.
6 comentarios:
Vine, leí, me fuí a buscar y volvi...
Muy, pero que muy buena entrada.
Abrazos Patty.
Por supuesto; y ese maravilloso obsequio lo da el tiempo y la voluntad de buscarse,
Hermosa entrada, un abrazo.
Muy lindo blog, te felicito.
Te sigo, me sigues?
Besos!
Albo como todos, intentando buscar cosas q nos ayuden a pensar, besos
Juan un placer tu visita, besitos
Pali nos seguimos besos
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