De llegar, hacia mucho que esperaba, alomejor eran solo instantes, segundos. Quería estar a horario, pero el tránsito no colaboraba, al mediodía siempre se complicaba, debía estar antes para verlo bajar del tren. Eran muchos años sin él.
Pensaba en todos los momentos que pasamos juntos, sus palabras, siempre estaba presente, incondicional.
¿ Cómo paso tanto tiempo?. La distancia, mí trabajo, su enfermedad, pero ahora llegaba el día. Por eso el apuro, esta vez le iba a pedir que se quedará a vivir conmigo.
Sé que le va a gustar el lugar, la casa, el clima y el no separarnos nuevamente. Solo deseaba llegar.
De pronto, a lo lejos, veo un hombre, alto, delgado, de cabello gris, era mi padre, no había cambiado tanto. (Psi. Patricia B. Bustos)
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