Noche de Verano / Solo un Cuento

Caen las últimas gotas y las nubes se van deshilachando, dejando ver un cielo celeste pálido.

Una nube rosa pasa veloz, llevada por el viento y aparece el sol: el arco iris se forma detrás de los cipreses.

En el jardín las plantas muestran las hojas brillantes, lavadas por la lluvia.

Se levanta un perfume dulzón de los jazmines blancos, azules y amarillos.Mariposas azules revolotean sobre la mata de margaritas sonrientes.

El cielo se vuelve turquesa, el sol se va ocultando lentamente y las primeras sombras alargan las formas del jardín que se vuelve un conjunto compacto de colores y perfumes, intensos y húmedos.

Colores, perfumes, humedad, vida latiendo en la calidez del jardín que se vuelve promesa de pasión, de abrazos, de besos, en la noche de verano.

Para Elisa cada día es una nueva batalla para lograr seguir adelante. Muchos días no tiene ánimo suficiente ni siquiera para levantarse de la cama y cuando su marido vuelve a casa por la noche la encuentra todavía en pijama y con la cena sin preparar. Llora muy a menudo y hasta sus momentos de mejor humor se ven continuamente interrumpidos por ideas de fracaso e inutilidad. Tareas tan insignificantes como vestirse o hacer la compra le resultan muy difíciles y el menor obstáculo le parece una barrera infranqueable. Cuando se le recuerda que todavía es una mujer atractiva y se le sugiere que salga a comprar un vestido nuevo contesta, "esto es demasiado difícil para mí, tendría que atravesar la ciudad en colectivo y probablemente me perdería, además ya no soy atractiva".

Su forma de hablar y de andar es lenta y su rostro tiene un aspecto triste. Antes era una mujer vivaz y activa, colaboraba en asuntos sociales de su barrio, le gustaba leer, pintar y era una anfitriona encantadora. Entonces ocurrieron dos cosas: había perdido su trabajo hacia 2 meses y su marido fue ascendido a un puesto de gran responsabilidad que lo obligaba a permanecer demasiado tiempo fuera de casa.

Ahora ella languidece pensando si merece la pena vivir y ha jugado con la idea de tomarse todo el frasco de prozac de una sola vez.

Pero se quedo dormida, ella consideraba fascinante el mundo onírico, porque era un momento plácido hasta donde llegaba a preguntarse ¿ estoy despierta o estoy soñando ? ¿ Cuanta parte de mí memoria y recuerdos están nutridos de cosas que soñado?

¿Quien no se ha enamorado en un sueño? ¿Quien no se ha caído? ¿Quien no ha soñado con monstruos? ¿Quien no ha tenido un sueño de un mundo mejor, sin dolor?

Que lindo es soñar, soñar no cuesta nada, soñar y nada más, con los ojos abiertos, que lindo que es soñar, y no cuesta nada más que tiempo, como dice la canción

Soñar con un beso, una caricia, un abrazo en silencio, una mirada de complicidad, una mano que te levante cuando no eres capaz, alguien que te escuche sintiéndose parte de tu problema, todo esto y mucho más es lo que anhelo, supongo para mi vida.

Cuando despierto en la mañana, en el aire hay un aroma dulce y penetrante que todo lo que pueda acontecer es un espacio en el tiempo, nada puede alejarme de esa fragancia que fortalece mi alma. (Psi. Patricia B. Bustos)