Anònimo
El deseo se sostiene en su insatisfacción.
En algo se parece a lo que tenemos en la punta de la lengua y no alcanzamos a expresar.
Todo en la vida trata de ser.
Pero al final acaba conformándose con una parte del total.
Los silencios llenan lo demás.
Las parejas tendrán que resignarse a soportar lo que no podrán decirse nunca.
Es mejor entenderse aún sin diálogo, transcurriendo en amable armonía con la ambigüedad.
Igual todo tiene un precio.
No se trata de reír ni de llorar sino de comprender –aconseja Spinoza-.
Pero para llegar a la comprensión hay que atravesar la risa y el llanto.
No es concebible un amor libre de asperezas.
Pero un hombre y una mujer dispuestos a convivir con la incertidumbre tienen posibilidades ciertas de acompañarse y vivir momentos de inusual intensidad. (Patricia B. Bustos)
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