(...) Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote. Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado. Hasta te creo dueño del universo. Te traeré de las montañas flores alegres, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos. Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.
* Pablo Neruda
4 comentarios:
Gracia por recordarme esos magníficos versos.
Saludos cordiales,
es un placer leerte
Mistral es bello terminar la semana con Neruda...besitos
que preciosidad, me encanta! :D
besos!
Rober Neruda siempre nos acaricia con algo calido, besitos
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