Anònimo
El olor de cada uno es algo muy personal y cambiante. Depende de factores como lo que comemos, el estado de ánimo o el nivel de estrés. Como se mezcla con las feromonas que producimos para atraer, se convierte en un irresistible afrodisiaco, siempre que hayamos sabido escoger un perfume que vaya con nuestra piel y nuestra personalidad.
El perfume que lleva una persona refleja no sólo su personalidad sino también sus emociones, sus recuerdos y su sensualidad. Poca gente se mantiene fiel a una sola fragancia toda su vida. Puede ocurrir que alguien rechace un perfume que antes adoraba por asociarlo con una época de su vida que preferiría olvidar.
Por eso es importante mantenerse alerta a estos cambios cuando pensamos en regalar una fragancia.Los seres humanos utilizamos los perfumes para comunicarnos porque el olor es un sentido primitivo y muy potente.
Clasificamos los olores directamente en el cerebro, a través del sistema límbico, que está estrechamente relacionado con nuestro centro emocional. Un simple olor puede traernos a la memoria un recuerdo olvidado de una forma inmediata y poderosa y hacernos revivir emociones de forma intensa.
Como se suele decir, “la naturaleza es sabia” y por eso cada persona tiene tendencia a preferir instintivamente el tipo de olores que mejor le quedan y son más acordes con su personalidad. Siempre es mejor saber cómo una fragancia interactúa con la química personal de cada uno. (Psi. Patricia B. Bustos)
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