El poeta Federico García Lorca relata en su poema: Buda, la experiencia del despertar:
“Abriole la puerta de calma infinita
después esfumose. Siddhartha medita.
Una voz celeste suave musita
“Tú eres Tathagatha, puro, sin igual”.
En fondos dorados entre rosas blancas
Lució sus encantos la diosa Verdad
El iluminado quedose hierático
Aspirando triste un perfume enigmático
Que manaba lento de la eternidad.”
El corazón se pregunta: ¿qué es al amor para mí? ¿cómo lo doy? ¿cómo lo recibo? ¿con cuánta intensidad vibro en cada uno de los ámbitos de mi vida? ¿Cómo vibra hoy tu corazón y si no vibra al son del universo, ¿por qué?
“Abriole la puerta de calma infinita
después esfumose. Siddhartha medita.
Una voz celeste suave musita
“Tú eres Tathagatha, puro, sin igual”.
En fondos dorados entre rosas blancas
Lució sus encantos la diosa Verdad
El iluminado quedose hierático
Aspirando triste un perfume enigmático
Que manaba lento de la eternidad.”
El corazón se pregunta: ¿qué es al amor para mí? ¿cómo lo doy? ¿cómo lo recibo? ¿con cuánta intensidad vibro en cada uno de los ámbitos de mi vida? ¿Cómo vibra hoy tu corazón y si no vibra al son del universo, ¿por qué?
4 comentarios:
Son muy dificiles de responder esas preuntas
Un abrazo
Hay a veces tantos por qué...
Te dejo mi siempre abrazo Patty, espero que llegue y una linda semana para ti.
Un poeta complicado Lapis, iremos pensando, jejej beso
muchosmuchos abrazos Albo!
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