Una dama entra a una farmacia y le pide al farmacéutico: -Por favor, quisiera comprar arsénico. Dado que el arsénico es muy tóxico y letal el farmacéutico quiso saber más datos antes de proporcionarle la sustancia. -¿Y para qué querría la señora comprar arsénico? -Para matar a mi marido. -¡Ah, caramba! Lamentablemente para ese fin no puedo vendérselo. La mujer sin decir palabra abre la cartera y saca una fotografía del marido haciendo el amor con la mujer del farmacéutico. -¡Mil disculpas!, dice el farmacéutico -no sabía que usted tenía receta. Moraleja: "NUNCA PREGUNTE ALGO POR LO QUE TENDRÁ QUE DISCULPARSE"
6 comentarios:
Me ha encantado la historia, y sobre todo la moraleja xD.
Un besazo
jajajaja muy bueno
Un verdadero placer leerte
Saludos cordiales
Gracias Fran...van a seguir las historias, besitos
Que bueno hacerte reir Mistral, besitos
Me encanto jaja
hay que tenerlo en cuenta. Besos
Gracias Yami por pasar, besitos
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